La denominación de las Asambleas de Dios tiene sus raíces en un renacimiento religioso que comenzó a fines del siglo XIX y continuó hasta principios del siglo XX. El avivamiento se caracterizó por una experiencia generalizada de manifestaciones espirituales como hablar en lenguas y curación sobrenatural, dando a luz al movimiento pentecostal.
Historia temprana de la denominación
Charles Parham es una figura prominente en la historia de las Asambleas de Dios y el movimiento pentecostal. Sus enseñanzas influyeron mucho en las doctrinas de las Asambleas de Dios. Es el fundador de la primera iglesia pentecostal, la Iglesia Apostólica de la Fe. Comenzó una escuela bíblica en Topeka, Kansas, donde los estudiantes vinieron a aprender sobre la Palabra de Dios. El bautismo en el Espíritu Santo fue enfatizado aquí como un factor clave en el caminar de fe.
Durante las vacaciones de Navidad de 1900, Parham pidió a sus alumnos que estudiaran la Biblia para descubrir la evidencia bíblica del bautismo en el Espíritu Santo. En una reunión de oración el 1 de enero de 1901, concluyeron que el Bautismo del Espíritu Santo se expresa y se evidencia al hablar en lenguas. De esta experiencia, la denominación de las Asambleas de Dios puede rastrear su creencia de que hablar en lenguas es la evidencia bíblica del Bautismo en el Espíritu Santo.
El avivamiento se extendió rápidamente a Missouri y Texas, y eventualmente a California y más allá. Los creyentes pentecostales de todo el mundo se reunieron en la Misión de la calle Azusa en Los Ángeles para una reunión de avivamiento de tres años (1906-1909).
Otra reunión importante en la historia de la denominación fue una reunión en Hot Springs, Arkansas en 1914, convocada por un predicador llamado Eudorus N. Bell. Como resultado de la expansión del avivamiento y la formación de muchas congregaciones pentecostales, Bell reconoció la necesidad de una asamblea organizada. Trescientos ministros pentecostales y laicos se reunieron para discutir la creciente necesidad de unidad doctrinal y otros objetivos comunes. Como resultado, se formó el Consejo General de las Asambleas de Dios, uniendo las asambleas en el ministerio y la identidad legal, pero preservando cada congregación como una entidad autónoma y autosuficiente. Este modelo estructural permanece intacto hoy.
En 1916, una Declaración de Verdades Fundamentales fue aprobada y adoptada por el Consejo General. Esta posición sobre las doctrinas esenciales de la denominación de las Asambleas de Dios permanece prácticamente sin cambios hasta el día de hoy.
Ministerios de las Asambleas de Dios Hoy
Los ministerios de las Asambleas de Dios se han enfocado y continúan concentrándose en evangelismo, misiones y plantación de iglesias. Desde su asistencia inicial de 300, la denominación ha crecido a más de 2.6 millones de miembros en los Estados Unidos y más de 48 millones en el extranjero. La sede nacional de las Asambleas de Dios se encuentra en Springfield, Missouri.