La escuela Huayan o Flower Garland del budismo Mahayana es respetada hasta el día de hoy por la calidad de su erudición y enseñanza. Huayan floreció en la dinastía Tang en China e influyó profundamente en otras escuelas de Mahayana, incluido el Zen, llamado Budismo Chan en China. Huayan fue prácticamente aniquilado en China en el siglo IX, aunque vivió en Corea como budismo Hwaeom y en Japón como Kegon.
Huayan, también llamado Hua-yen, está particularmente asociado con el Sutra Avatamsaka y la famosa parábola de la Red de Indra. Los maestros de Huayan desarrollaron una sólida clasificación de doctrina y explicaron la interpenetración de todos los fenómenos.
Historia de Huayan: los cinco patriarcas
Aunque a un erudito posterior se le atribuiría gran parte del desarrollo de Huayan, el Primer Patriarca de Huayan fue Dushun (o Tu-shun; 557-640). Dushun y sus estudiantes desarrollaron un profundo interés en el Avatamsaka Sutra, que fue traducido por primera vez al chino en 420. Guiado por Dushun, Huayan surgió por primera vez como una escuela distintiva, aunque todavía no se llamaba Huayan.
El discípulo de Dushun Zhiyan (o Chih-yen, 602-668), el Segundo Patriarca, pasó este interés en el Avatamsaka a su alumno Fazang (o Fa-tsang, 643-712), el Tercer Patriarca, a quien a veces se le atribuye ser el verdadero fundador de Huayan. La fama de Fazang como erudito y su habilidad para explicar las enseñanzas de Avatamsaka le ganaron patrocinio y reconocimiento a Huayan.
El cuarto patriarca Chengguan (o Ch'eng-kuan, 738-839), también un respetado erudito, fortaleció la influencia de Huayan en la corte imperial. El Quinto Patriarca, Guifeng Zongmi (o Tsung-mi, 780-841) también fue reconocido como un maestro o poseedor de linaje de la escuela Chan (Zen). En el zen japonés es recordado como Keiho Shumitsu. Zongmi también disfrutó del patrocinio y el respeto de la Corte.
Cuatro años después de la muerte de Zongmi, el emperador Tang Wuzong (r. 840-846) ordenó que toda religión extranjera se purgara de China, que en ese momento incluía el zoroastrismo y el cristianismo nestoriano, así como el budismo. El Emperador tenía varias razones para la purga, pero una de ellas era pagar las deudas de su imperio confiscando la riqueza que se había acumulado en muchos templos y monasterios budistas. El emperador también se había convertido en un devoto taoísta.
La purga golpeó la escuela de Huayan especialmente duro y efectivamente terminó con el budismo de Huayan en China. Para entonces, Huayan había sido establecido en Corea por un estudiante de Zhiyan llamado Uisang (625-702), con la ayuda de su amigo Wonhyo. En el siglo XIV, el huayan coreano, llamado Hwaeom, se fusionó con el coreano Seon (Zen), pero sus enseñanzas siguen siendo fuertes en el budismo coreano.
En el siglo VIII, un monje coreano llamado Shinjo transmitió Hwaeom a Japón, donde se le conoce como Kegon. Kegon nunca fue una escuela grande, pero sigue viva hoy.
Enseñanzas de Huayan
Más que cualquier otro patriarca de Huayan, Fazang aclaró y estableció el lugar único de Huayan en la historia budista. Primero, actualizó el sistema de clasificación de doctrina del patriarca tiantai Zhiyi (538-597). Fazang propuso esta clasificación quíntuple:
- Hinayana, o las enseñanzas de la tradición Theravada.
- Mahayana, enseñanzas basadas en la filosofía Madhyamika y Yogacara.
- Mahayana avanzado, basado en Tathagatagarbha y las enseñanzas de la naturaleza de Buda.
- Las Enseñanzas Súbitas, basadas en el Sutra Vimalakirti y la escuela Chan.
- Las enseñanzas perfectas (o redondas) encontradas en el Sutra Avatamsaka y ejemplificadas por Huayan.
Para el registro, la escuela Chan se opuso a ser colocada debajo de Huayan.
La principal contribución de Huayan a la filosofía budista es su enseñanza sobre la interpenetración de todos los fenómenos. Esto se ilustra en la parábola de la red de Indra. Esta gran red penetra en todas partes, y en cada nudo de la red se establece una joya. Además, cada faceta de las joyas refleja todas las otras joyas, creando una gran luz. De esta manera, el absoluto es uno, perfectamente interpenetrado por todos los fenómenos, y todos los fenómenos interpenetran perfectamente con todos los demás fenómenos. (Ver también "Las dos verdades").
